María Elena Bottazi: Científica hondureña

Desarrolla de la primera vacuna contra el Covid-19 libre de patentes

María Elena Bottazi es hondureña, codirectora del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas en EE.UU y está al frente del desarrollo de la primera vacuna contra el Covid-19 libre de patentes.

La vacuna se llama Corbevax y está diseñada para la salud global. Fue diseñada por la Dra. Bottazzi y su colega Peter Hotez, y a finales de diciembre pasado recibió la autorización para uso de emergencia en India, como lo reseña un artículo publicado en BBC Mundo.

Actualmente, La Dra. Bottazzi y su equipo están en conversaciones para producir la vacuna en países como Indonesia, Bangladesh y Botsuana. Y, por ser hondureña, tiene especial interés en que se pueda producir en Centroamérica y distribuirse por toda la región.

En conversación con BBC Mundo, afirma que “cualquiera la puede replicar. Cualquiera puede trabajar con nosotros”. Además, aboga por un acceso global de las vacunas más allá de enviar dosis a otra parte del mundo.

“El acceso global es que haya acceso equitativo, que cualquier manufacturador pueda replicar la fórmula, que cualquier persona tenga acceso a la vacuna”, señala la Dra. Bottazzi quien recuerda que el papel de las entidades académicas es llamar la atención para que los gobiernos apoyen más las áreas de investigación.

Científica, latina y referente global

La Dra. Bottazzi es científica microbióloga, nació en Italia perro se nacionalizó hondureña. Es conocida por su investigación en vacunología tropical, a la par de co-dirigir el desarrollo de la vacuna Corbevax.

Por su sólida trayectoria es considerada un referente científico mundial. En el año 2014 fue incluida entre las mujeres líderes en salud global. Además, tiene más de 120 publicaciones y ha participado en más de 200 conferencias mundiales.

Durante más de dos décadas se centró en el diseño y conocimiento sobre vacunas contra enfermedades gastrointestinales parasitarias como la uniciriasis humana, la schistosomiasis, la anquilostoma y el chagas, ​así como en vacunas contra infecciones de coronavirus, incluidas las de SRT y MERS,2​ o la COVID-19.

Su carrera académica comenzó en la Universidad George Washington en Washington DC. En 2011 se trasladó a Houston, donde es codirectora de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Colegio Baylor de Medicina.

​Además, es profesora de pediatría, virología molecular y microbiología del Colegio Baylor de Medicina. Es profesora distinguida de biología en la Universidad de Baylor y profesora adjunta de bioingeniería en la Universidad de Rice en Texas.

¿Cómo funciona la vacuna Corbevax?

Corbevax está basada en una tecnología denominada proteína recombinante, la cual ha sido efectiva desde hace décadas en vacunas como las de la hepatitis B. Un estudio de Fase III demostró que Corbevax tuvo una eficacia del 90% para prevenir la enfermedad causada por la versión original del SARS-CoV-2.

Corbevax utiliza proteínas de un virus suficiente para despertar una respuesta inmune, sin necesidad de activar la enfermedad. Además, su proceso de producción es de menor costo que el resto de las vacunas debido a la tecnología que utilizar en su diseño.

Más apoyo de la industria farmacéutica

Con Corbevax, la Dra Bottazzi tiene esperanza que logre cambiar los paradigmas de producción y distribución de las vacunas. Toda la información necesaria para su fabricación está completamente disponible sin fines de lucro.

La industria perdió el interés en esas vacunas porque estos virus no generaron una pandemia, como sí fue el caso del SARS-CoV-2. Así que ya estos investigadores tenían un camino transitado.

Lamentablemente, de acuerdo a Bottazzi, no lograron obtener apoyo de las agencias gubernamentales en EE.UU, argumentando que estaban enfocados en tecnologías ARNm, como las de Pfizer y Moderna.

El Hospital Baylor College logró una alianza con el laboratorio Biological E, de la India, para compartir información y que hicieran estudios para comprobar la seguridad y la eficacia de la vacuna.

Por: Daniela Chirinos Arrieta