Las emprendedoras están rompiendo sus paradigmas
El “techo de cristal” es solo un escalón al éxito
Es una realidad. En plena segunda década del siglo XXI hay empresas que colocan un “techo invisible” a las mujeres para que no accedan a cargos directivos y no es por falta de capacidad, sino por prejuicios de género. Sin embargo, las empresarias y emprendedoras han están rompiendo sus propios paradigmas demostrando que ese “techo” es solo de cristal.
Se trata de un giro de timón que surge como respuesta a esta discriminación laboral de género y se apalanca en el emprendimiento y el liderazgo empresarial femenino. En el caso de México, solo el 16% de los cargos directivos están ocupados por mujeres, según cifras compartidas en la última edición del festival de emprendimiento INCmty.
María Fernanda Cámara, estudiante de Derecho en el Tec de Monterrey, señaló que incluso en empresas que tienen una plantilla laboral equilibrada entre hombres y mujeres, el personal femenino ocupaba puestos más bajos en la jerarquía organizacional, mientras que los hombres acaparaban los cargos más altos y directivos, con mejores remuneraciones.
En el caso latinoamericano, las mujeres continúan empujando para romper el techo de cristal, son más las que han decidido abandonar esa lucha de género y están creando sus propias empresas.
En otras palabras, esta discriminación laboral de género que condena a las mujeres a los cargos de menor remuneración y las mantiene al margen de los cargos directivos, ha sido el combustible para motivarlas a los emprendimientos.
Giro de timón
Este movimiento es un giro de timón en la que se han ido eliminando las brechas de género referentes a la independencia económica. Son una fuerza empresarial que ha ido ocupando los espacios en los medios digitales con resultados muy eficientes.
Hay un fenómeno que se ha llamado la “economía neni”, haciendo referencia a las emprendedoras digitales que venden productos online, y que a partir de la pandemia se convirtió en un nicho importante para las mujeres que quedaron desempleadas. Ahora, son motivo de estudio por el volumen de capital que logra mover este sector emergente.
Además de independizarse económicamente, estas emprendedoras son capaces de brindar oportunidades a otras mujeres. Oportunidades que gracias al “techo de cristal” no encontrarán en empresas tradicionales.
El tema del emprendimiento femenino está tomando cada vez más fuerza, logrando ser abordado en importantes espacios de discusión de temas empresariales y de economía global, tal como el festival INCmty, el festival de emprendimiento más importante de México y Latinoamérica; un evento virtual, organizado por el Tecnológico de Monterrey.
Por: Daniela Chirinos Arrieta