Mi hijo es adicto a los videojuegos

La OMS lo calificó como un síndrome compulsivo

La adicción a los videojuegos es real. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), determinó que el uso compulsivo de videojuegos es un trastorno adictivo.

De acuerdo a la CIE-11, “el patrón de comportamiento de juego da como resultado una angustia significativa o un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes”.

Esto patrón puede afectar a niños, adolescentes y adultos. En este rango entran tanto los videojuegos de cónsolas como App. Ambas modalidades permiten la interacción con una o más personas, de manera que la única finalidad no es entretener.

La ansiedad encabeza la lista de los síntomas de este síndrome y se podrían manifestar en una primera fase por el deterioro en el control del juego. Luego, en una segunda fase se observa una variación en las prioridades: Incrementa de la necesidad de jugar y se dejan de lado las responsabilidades y deberes.

Y en la tercera etapa, el juego funciona como un espacio para huir de todo, siendo esta una consecuencia del aumento de las horas dedicada a los videojuegos a pesar de las consecuencias negativas de sus acciones.

¿Cómo controlar la adicción a los videdojuegos?

Suprimir por completo el uso de videojuegos de tus hijos puede resultar muy drástico, ya que se trata de una tecnología que está a su alcance y socialmente de un tema en común con otros de su edad. En todo caso, el uso de los videojuegos debe ser moderado.

Un estudio de la Universidad de Oxford por el psicólogo Andrew Przybylski publicado en 2014 en la revista Pediatrics, concluyó que quienes jugaban menos de 1 hora diaria eran personas emocionalmente más estables, mientras que quienes jugaban 3 o más horas comenzaban a desarrollar problemas para socializar.

En efecto, no todo es negativo. De acuerdo a distintos estudios el disfrute de videojuegos ofrece ciertos beneficios a los usuarios más jóvenes como: Mejorar la capacidad de respuesta, reforzar el trabajo en equipo, estimular la memoria visual, desarrollar la estrategia, y en algunos casos hasta el aprender distintos idiomas.

De manera que hay beneficios que puedan traer los videojuegos para la formación de tus hijos. Pero es necesario establecer límites y prioridades, inculcar la responsabilidad, además de estimular la socialización offline.

Otro dato importante es que, la industria de los videojuegos es un sector económico robusto, que tan solo en EEUU durante el 2020 percibió alrededor de 44.5 mil millones de dólares.

Por: Daniela Chirinos Arrieta