Padres Extraordinarios
Philadelphia, PA.- Se acerca una fecha especial para las familias en general, pero a diferencia del día de las madres, en donde la gran mayoría tiene una madre a quien festejar o a quien recordar con cariño por su dedicación y amor; el día del padre es un día en donde muchos no logran festejar como seria debido, pues es una fecha que les recuerda la ausencia de un padre, o el poco apego que este tuvo, e inclusive las cicatrices impresas en el alma de una mala paternidad.
Son varias las consecuencias de no contar con una imagen positiva paterna en nuestra vida; en las cárceles por ejemplo, la gran mayoría de los delincuentes que por cierto son varones, son hijos de madres solteras, o tienen una relación rota con el padre.
En nuestra cultura latina el machismo y todas sus consecuencias extremas, es un factor que desgraciadamente nos identifica; es por eso que cuando se nos presenta la oportunidad de presentar a forma de tributo, distintas historias que son ejemplo de una paternidad exitosa en nuestra comunidad latina en Filadelfia, es un verdadero aliento.
Ismael Navaretto, William Ortiz, Juan DeAngulo, y Richard Bender, todos ellos son trabajadores distinguidos de Congreso, pero mas allá de la excelencia en el desempeño de su trabajo, son padres extraordinarios; repito EXTRA – ORDINARIOS. Cada una de sus historias con sus peculiaridades, nos demuestran cómo entre los nuestros hay hombres que son grandes ejemplos a seguir.
By: Perla Lara – Fotos: Melquiades Rodriguez
Estas son más que cuatro historias de vida, en ellas se reflejan diversas realidades de nuestra comunidad latina en esta ciudad.
Juan DeAngulo: Comprometido en vivir para servir
El vicepresidente de “Data & Evaluation” es de origen colombiano pero creció en Bolivia, buena parte de su familia se ha dedicado a trabajar en causas sociales, más allá de sus fronteras.
Juan ahora dirige el Departamento de Evaluación de Datos y Monitoreo en Congreso, donde empezó a trabajar hace cerca de 9 años, pero inició apoyando en entrenamiento y soporte al personal. Tiene una visión interdisciplinaria, por su “background” como sociólogo con una maestría en administración en derecho económico internacional, enfocado en a las agencias sin fines de lucro.
Juan es parte de una familia que desde distintas trincheras se ha abocado a trabajar por la justicia social y encontró en Congreso un lugar ideal para desarrollar sus habilidades, capacidades e ideales, ya que esta organización sin fines de lucro, teje puentes de conexión entre las distintas necesidades de sus usuarios, después de identificar lo que es importante para cada individuo que sirven, y una vez así, busca impactar integralmente su vida, siendo consistente y brindando servicios de alta calidad.
Juan es padre de Emet quien tiene 3 años, y quiso desde un principio establecer un fuerte vínculo con su hijo, es por ello que hizo uso de todas sus vacaciones y días acumulados, para estar presente durante los primeros meses de vida de Emet. Juan es un padre diferente que también disfruta hacer labores domésticas típicas de las madres. Recientemente su esposa ha vuelto a trabajar durante los fines de semana y él se encarga de su hijo y de la casa, viendo esto como una gran oportunidad para seguir solidificando el apego que se ha creado entre él y su pequeño.
Su esposa es boricua, y esto también le da la oportunidad de que su hijo como él, desarrolle la multiculturalidad; a su hijo quiere inculcarle los mismos valores de respeto a las diferencias. Juan está muy consciente de la importancia de ser un buen padre, y como esto influenciara en la vida de su hijo y a su vez de la comunidad y de la sociedad.
Vivir para servir y ser el cambio que deseas, son los ejes centrales que hacen de Juan un trabajador y un padre extraordinario.
William Ortiz: Contagiando felicidad
Él trabaja desde el 2004 para Congreso en el departamento de vivienda, pero su ayuda a la comunidad más mucho más allá. William es un hombre, honesto, dedicado, alegre, compasivo y comprensivo. Con una visión que va mas allá de las necesidades prácticas y materiales. Más que ayudar a con todo lo referente a “Housing”, Will no pierde el enfoque que de la importancia de crear un hogar sano, pues de nada sirve una casa sin el sentido pleno de albergar un hogar.
La Familia es la prioridad en su vida, es por ello que ante todo es esposo, padre, e hijo. Will ha logrado graduarse como un gran líder del hogar, y los éxitos académicos y laborales de sus 3 hijos dan cuenta de ello. A pesar de que son jóvenes adultos, entre los 21 y 25 años, siguen viviendo en familia, pues ahí han encontrado el ambiente propicio para desarrollarse. Como padre aspira a que cada generación vaya superando la anterior.
Con una sonrisa impresa, Will no solo enseña a la gente a cómo administrarse mejor, para salir o no caer en deudas, hace un trabajo real de empoderamiento, no dando recetas mágicas, si no proveyendo de conocimientos y herramientas básicas, para que a partir de la información y la reflexión autocrítica, sus usuarios hagan uso de esos nuevos recursos, y los apliquen a su manera, de una forma útil.
Will está muy orgulloso de ser parte de la comunidad a la que sirve. El nació, creció y se desarrolló en el mismo barrio; y aunque la seguridad y la calidad de vida no es lo que identifica al norte y noroeste de Filadelfia, eso no lo ha determinado ni a él ni a su familia. Vivir entre el fuego y no quemarse, no es de todos, es por eso que Will es un hombre y un padre extraordinario.
Richard Bender: Serenidad y entusiasmo por la vida
Por las venas de Richard corre sangre noble en más de un sentido, su abuela pertenece a la aristocracia mexicana, y también tiene ancestros indígenas y boricuas. Una mezcla de alegría y serenidad que inspira confianza. Es por ello tal vez que después de haber sido contratado para trabajar en el área de seguridad en la recepción de Congreso, su habilidad para la hospitalidad se hizo evidente, y es por ello que ahora trabaja como “E3 Case manager”. Su trabajo es integral y se empeña por siempre encontrar una respuesta, una posibilidad de solución a los problemas presentados.
Su objetivo cotidiano es el de impactar al menos una persona al día; hacer la diferencia y todo empieza con una simple sonrisa y amabilidad peculiar que a veces levanta sospechas. Y es que cada vez es más difícil encontrar personas de trato gentil como el que caracteriza a Richard, quien tiene dos hijos menores, y una gran pasión por servir a los jóvenes en especial. Quiere ser esa chispa que desata fuegos, inyectar esperanza en el futuro y hacerles sentir a esos chavales que les importa y el gran valor que tienen.
Richard se empeña por servir a esos jóvenes de la misma manera que lo hace por sus propios hijos, y por trasmitirles alegría por vivir, por disfrutar cualesquiera que sean sus circunstancias, y que estas mismas no sean las que te determinen.
A sabiendas que la educación es básica, Richard quien estudio en El Neumann College y en el Art Institute of Philadelphia, cree firmemente que facilitar el estudio, por ejemplo con guarderías para los que son padres y no tienen donde dejar a sus infantes, y el educar para el amor siendo el primer maestro de los hijos, puede hacer la diferencia entre nuestras comunidades y tornar la violencia en fe, eso es lo que lo hace un ser humano extraordinario.
Ismael Navarreto: Integridad y pasión por la juventud
Una de las profesiones más apasionantes, en especial para los niños, es el de policía, y detective; profesiones a las que suelen aspirar los chiquillos y que ven con admiración.
Por desgracia en nuestras comunidades latinas del norte de Filadelfia, no siempre los policías infunden respeto, sino más bien temor, e inclusive son vistos como enemigos, ya que en muchos de nuestros hogares fue un policía el que se llevó arrestado a un padre o a otro familiar cercano. Ismael Navarreto con apenas 4 décadas de vida, ya estaba retirado; durante casi quince años sirvió a la comunidad siendo detective, labor donde sus experiencias le llevaron a darse cuenta de las grandes necesidades que tienen nuestros barrios. Tras un par de años de haberse retirado, empezó a buscar un trabajo donde pudiera hacer algo de impacto, es así como después de hace una búsqueda exhaustiva, encontró en Congreso la oportunidad de poder poner en práctica sus conocimientos y cariño por los jóvenes, al servicio de su comunidad. Ismael recibió propuestas de trabajo que le darían mejores ingresos, pero lo que él quiere es realmente incidir en la vida de nuestros adolescentes, que es una prioridad para la sociedad.
Ismael considera que no hay grandes diferencias entre los desafíos que enfrentó el en su juventud con los que enfrentan ahora los adolescentes, (además de la tecnología digital y las redes sociales), y está convencido que impactar sus vidas a esta edad puede hacer la diferencia entre un futuro de frustraciones y uno de conquistas.
Ismael trabaja de tiempo completo como educador, crea realmente lazos con los jóvenes con los que conversa en diferentes escuelas del área, a veces en grupos pequeños y en otras en clases enteras, pero se empeña porque a cada uno de ellos, le quede claro que no están solos, y que en Congreso está esperándoles alguien para ofrecerles ayuda. Para él es una gran satisfacción que en tan solo en lo que va del año, que es desde que empezó a trabajar en Congreso, muchos jóvenes van a buscarlos a su oficina para hacerle consultas. Dudas o problemas sobre sexo, drogas, violencia intrafamiliar, son los tópicos comunes en sus encuentros. El ex detective, quiere inyectarles confianza en sí mismos, que logren convencerse de su valor, y de lo que son capaces.
Romper el círculo no es fácil, pero no es imposible, y su intención es que estos chicos a los que el encuentra, empiecen a formularse metas.
Ante la pregunta de qué haría si tuviera los recursos necesarios para desarrollar cualquier plan que él crea que sería de utilidad; responde, que a falta de poder comprar padres, invertiría en educación. Los chicos necesitan aprender no solo en lo académico, sino a manejar su vida, requieren tener mentores que les den la formación que ellos piden. Estar ahí para ellos, es una prioridad.
Ismael tiene tres hijos, jóvenes adultos formados, pero para él no es suficiente haber cumplido como padre para ellos, y como servidor público, hasta arriesgando su propia vida. Él se ha entregado en pleno a todo lo que ha hecho y eso debería ser ya suficiente para sentirse satisfecho, pero su amor genuino por los demás, lo hace estregarse de nuevo, y eso lo hace un hombre 360gr extraordinario.