Seis sombreros para pensar creativamente

El pensamiento innovador es vital para el crecimiento de tu negocio

La resolución de problemas de cualquier tipo siempre va a requerir un alto grado de creatividad. Una encuesta de McKensey & Company, un 84 % de los directivos de empresas consideran que el pensamiento innovador es importante para el crecimiento estratégico de un negocio.

Precisamente, la técnica de los seis sombreros, desarrollada por Edward De Bono, psicólogo y profesor de la Universidad de Oxford, es un excelente recurso para fomentar el pensamiento innovador y consiste en seis maneras de pensar, partiendo del principio de que la innovación y la creatividad se nutren.

Sombrero Blanco. Su color transmite neutralidad y te coloca en la perspectiva del pensamiento objetivo, sin emociones ni las opiniones, solo datos, hechos y cifras comprobables. Al usarlo, céntrate en la información disponible para aprender de ella.

Sombrero Rojo. Pertenece a los apasionados y permite expresar tus sentimientos, por lo tanto, estás ante tu parte más irracional e intuitiva. Usa las emociones para comprobar qué te transmite el diseño o darle ese toque humano a la toma de decisiones.

Sobrero negro. Este es el de los críticos. Su el color se asocia la oscuridad y te sitúa en un punto de cautela hacia un planteamiento. Aprovéchalo para convertirte en tu propio juez y pensar qué aspectos puedes mejorar.

Sobrero Amarillo. Este es el de los soñadores. Su color se asocia con el sol y la luz, permite ver el lado positivo de las cosas, las ventajas de una idea, qué elementos pueden funcionar y sus beneficios. Cuando se usa no hay que caer en el error del sí por el sí.

Sobrero Verde. Se ajusta a los creativos. Su color alude a la naturaleza, el crecimiento y la energía. Se utiliza para generar ideas alrededor de las posibles problemáticas o necesidades dando espacio al brainstorming. Úsalo para desarrollar toda tú imaginación.

Sobrero Azul. El control usa este sombrero. Su función es gestionar la dinámica al mantener enfocados a los participantes lo mejor posible para obtener resultados exitosos. Este es el «sombrero de sombreros» y permite centrarte en las conclusiones del proceso para ofrecer la solución.

Cada uno de estos sobreros fungen como direcciones de pensamiento más que como etiquetas, es decir, que los sombreros se utilizan proactivamente y no reactivamente.

Por: Daniela Chirinos Arrieta