Cirugías Plásticas Vs. Autoestima
¿Para qué y para quién quieres operarte?
Más de 18 millones de personas se someten a cirugías estéticas en Estados Unidos cada año, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos. Y muchas acuden a estos expertos simplemente para aumentar su autoestima.
¿Qué dilemas plantea relacionar automáticamente belleza exterior con autoestima? Al respecto, la doctora Tania Medina, afamada cirujana plástica de República Dominicana, comenta que suele hacerle dos preguntas esenciales: Para qué y para quién quieren hacerse la cirugía.
“Si responden que es por sus novios, entonces les digo que no están preparadas. Incluso, enviamos chicas a tratamiento psicológico, para que primero se amen y luego puedan hacerse la cirugía plástica. La cirugía es una herramienta más, no la única”, explica.
Ciertamente, muchos se sienten inconformes con su físico, por tanto ven frustradas sus oportunidades, caen en el desánimo y se alejan del éxito personal y profesional. La Dra. Medina cree en la belleza integral, una combinación entre la belleza interior y la exterior.
“¡Todos tenemos derecho a una opinión sobre nuestro propio cuerpo! Y, por supuesto, a cambiar las cosas que nos resulten molestas. Estos cambios deben realizarse siempre de adentro hacia afuera”, resalta la cirujana.
Cinco tips para un cambio integral
La Dra. Medina, quien es miembro activo de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS), recuerda que la autoestima tiene cuatro pilares: Autoeficacia, lo que confío en mí; autoconcepto, lo que pienso de mí; autoimagen, la belleza física; y autogratificación, lo que hago para aplaudirme todo lo que hago bien.
“La belleza no radica en cómo nos vemos, sino en nuestro espíritu, en nuestra alma y en los valores con los que nos manejamos”, afinca la galeno y revela cinco tips para un cambio integral que mejore la autoestima:
- Autoconocernos, entender quiénes somos. Y si es necesario, buscar la ayuda de un coach para empezar a construir nuestro imperio interior. Nada crece por fuera si no es fuerte por dentro.
- Poner en orden todas nuestras prioridades de vida. Qué es lo más importante, cuáles son los objetivos y metas para nuestra felicidad. Entender que las “experiencias” son más relevantes que las “pertenencias”.
- Cambiar radicalmente nuestro estilo de vida, para desterrar para siempre el sedentarismo y los malos hábitos alimentarios.
- Iniciar un estudio profundo sobre nuestras hormonas y enzimas. Ahora toca ir al médico y hablarle con sinceridad sobre lo que nos sucede. Algunas veces, el aspecto físico es simplemente el resultado visible de un problema mayor.
- Si después de todo lo anterior, te apetece modificar alguna parte de tu cuerpo a través de la cirugía, siéntete libre de hacerlo. Hay muchas maneras y procedimientos, cada vez más avanzados, que pueden servirte para coronar, nunca mejor dicho, tus expectativas corporales.
“Todo es necesario para ser feliz, son complementarias (…) Vinimos a este mundo a ser felices. ¿Y cómo? Encontrando el equilibrio en nuestro interior. Eso, definitivamente, termina externalizándose”, resalta.
Por: Nota de prensa