Concepción León en el “laberinto” del New York Times

Concepción León en el “laberinto” del New York Times

El sueño americano es personal

Aunque es una bateadora designada de la Sección de Literatura del NYT, la periodista Carolina Pichardo desde Dominicana, la hizo ver como una amenaza para Dwight Garner, Michiko Kakutani o Stephen Holden.

Encontré a Concepción León en las palabras de Karla Cornejo Villavicencio. Ella fue un encargo que el Editor Jefe de El Sol Latino me hizo llegar junto a un link de Listín Diario, donde la destacaron como “la nueva generación del periodismo en el New York Times”. Aunque es una bateadora designada de la sección de Literatura del NYT, la periodista Carolina Pichardo desde Dominicana, la hizo ver como una amenaza para Dwight Garner, Michiko Kakutani o Stephen Holden.

Este tipo de encargos son sumamente difíciles. Son citas a ciegas. Sin embargo al interesarme por ella sentí su honestidad. En Linkedin dice acerca de sí misma: “Trabajo en la sección de noticias de última hora del New York Times”. Sin ambages debo decir que me reconcilié con ella. Imagino que fluyó el nacionalismo en las teclas de “Listín”. No en balde es el único periódico sobreviviente de los fundados en el siglo XIX en Santo Domingo.

Para aclarar, no esperaba a una persona humilde. La modestia no me motiva para nada. Sin embargo la sinceridad en estos tiempos de posverdad es un tesoro. La sinopsis para Concepción León narra la historia de una niña que llegó de tres años a Nueva York desde República Dominicana. Nació con hambre por los libros, al punto que llegó a leer 20 a la semana. Dios la salvó de ser abogado. El altísimo le mostró un sendero que la hizo atravesar Iowa y Boston para regresar al New York de su infancia. Allí fue seducida por la Universidad de Columbia, quien al verla esplendida con su Licenciatura en Artes, la certificó en el oficio del periodismo y la edición de libros. Muchos aseguran que su historia es inspiradora.

Concepción León como redactora de mesa

Quien de joven ambicionó ser escritora, la providencia la colocó en el más floreciente de los lugares. A quienes son escritores agradezco la ayuda para que todos vean que es una suertuda. Escribió recientemente sobre un “hombre de Florida que fue rescatado después de horas aferrado al bote zozobrado”. Con finura diplomática redactó la nota luctuosa de Tom Metzger. Abordó la reseña de “un notorio supremacista blanco que murió recientemente a los 82 años”. Y como último ejemplo coloco el “Tiroteo fatal en Denver en medio de protestas en duelo”.

Juro por las estrellas del cielo que busqué el número de teléfono para llamarla. Me interesó mucho su historia. Ella está en una mina de imágenes literarias. En un laberíntico espacio. Ojalá que como a H. G. Wells se le aparezca “The Door in the Wall”, entre en ella y el miedo no la haga retroceder.

Sin embargo quien ha tenido jefes sabe que el “deadline” no es un juego de video. Así fue que decidí zambullirme en “’Vengo de la nada’: una escritora indocumentada desafía las probabilidades”. Ese es el título de la entrevista que Concepción León le hizo a Karla Cornejo Villavicencio, autora de del libro “The Undocumented Americans”.

El sueño americano es personal

“Karla Cornejo Villavicencio nunca quiso hacer algo tan cliché como escribir sobre inmigración”. Con esos colmillos hizo la entradilla a la entrevista. Concepción León sabía que no era un personaje ordinario.

Cornejo es finalista del Premio Nacional del Libro en no ficción. Además es la primera vez que una persona indocumentada se postula para el premio, según la National Book Foundation. El tema de los indocumentados en los EEUU es ancestral, sin embargo fue una oportunidad para que Concepción León sacara las garras.

Ella redactó: “El de Cornejo Villavicencio es uno de varios libros de escritores indocumentados o anteriormente indocumentados. Incluye a José Antonio Vargas, Julissa Arce , Marcelo Hernández Castillo , Dan-el Padilla Peralta y Javier Zamora , escritos en los últimos cinco años”.

Entrevistar es un arte y preguntar es parte de él. León asaltó a Cornejo con esta interrogante: “Escuché tu artículo para “This American Life”. Dijiste que cuando la gente te pregunta si sentiste un choque cultural cuando llegaste a Harvard, les dices: “No. Sentí que era mi derecho de nacimiento”. Pensé que era muy divertido. ¿De dónde viene ese sentimiento?”

La respuesta de la DACA ecuatoriana fue genial: “Parte de por qué dije eso fue solo para trolear a los blancos”.

Por: Redacción El Sol Latino