Haz de tu emprendimiento una marca atractiva

La idea diferenciarte del resto desde el principio

¡Eureka! Tienes un producto con un estupendo potencial o quizá ofreces un excelente servicio y de pronto te das cuenta que tus manos abrazan -y amasan- una oportunidad de negocios. Buenas noticias, estás en el primer escalón de tu posicionamiento como emprendedora exitosa. Ahora, el siguiente paso es hacer de ese proyecto una marca atractiva.

En un mercado tan competitivo como el actual, incluso elegir el nombre de tu emprendimiento es importante. La idea es acertar desde el principio en los elementos que te diferencien del resto. Ten en cuenta que todo lo que gire alrededor del branding –que incluye al logo, slogan, identidad corporativa y más- suma o resta, dependiendo de cómo lo manejes.

Una marca atractiva comienza teniendo claros los objetivos de negocio y la logística para la elaboración del producto o prestación de servicio. Expertos en marketing coinciden siempre en esto. Además, recomiendan definir el target, la personalidad, valores y creencias para mejorar el posicionamiento en las preferencias del público meta.

Por otro lado, y de manera más sencilla, un artículo publicado en okdiario.com enumera los puntos que todo emprendedor debe valorar al crear o desarrollar una marca, comenzando por:

Fácil de recordar y pronunciar: Mientras más corto, sencillo y pegajoso sea el nombre de tu marca, mejor. Los productos o empresas con nombres largos son más complejos de retener en la memoria.

Sector de la empresa. Lógicamente, para poder ser reconocido en el sector, mediante la percepción de la marca, el público ya tiene que saber a qué se dedica tu empresa.

Valores a transmitir. Es en este punto donde se crea el vínculo emocional con el cliente que lleva a la fidelización. Desde la imagen hasta el slogan, todo debe ser claro y directo para que queden retenidas en la mente del público. Apóyate en el criterio de diseñadores y publicistas.

Evita las generalizaciones. Querer abarcar en exceso puede llevar a no ser reconocido por el público. Esto se refiere tanto a lo que vas a ofrecer como el público al que quieres captar. No ser asertivo en este par de aspectos, puede provocar la pérdida de oportunidades de crecer en un futuro. Dicho de otro modo, querer vender de todo a todos es garantía de capitalizar nada.

Compararse con la competencia. Puedes hacerlo, pero no te obsesiones. Lo mejor es apoyarte en estudios de mercado antes de tomar la decisión sobre un posicionamiento de tu marca. Antes de lanzar la marca, es recomendable plantear, revisar y replantear la estrategia.

Cuida las traducciones a otro idioma. Lo que en un idioma no tiene ninguna connotación puede que, al traducirlo a otra, sí lo tenga. Esto puede provocar malentendidos o situaciones de burla o ridículas que afecten a la imagen de la empresa.

Crea tu web y redes sociales. La presencia en Internet y a las principales redes sociales es, hoy en día, imprescindible. Por lo tanto, antes de escoger una marca, hay que asegurarse que todos los dominios y usuarios con el nombre de tu marca están disponibles. En caso de que no lo estén, puedes usar variaciones.

Recuerda, más que por el producto en sí mismo, hay compras que se realizan solamente por lo que representa la marca para el consumidor y cómo éste la percibe, qué emociones le despierta, si coincide o no con sus valores personales y si satisface sus sentidos. ¿Estás lista para ser competitiva?

Por: Daniela Chirinos Arrieta