Copa menstrual: Mitos y verdades

Habla sin tabú de tu salud íntima

En realidad no es una idea nueva. Las copas menstruales se empezaron a producir a nivel industrial en los años 30. Pero en años recientes se han vuelto más populares, gracias a los nuevos materiales utilizados para fabricarlas, haciéndolas más cómodas e hipoalergénicas.

Así lo aseguran especialistas citados por BBC Mundo en un artículo que contrasta opiniones de varias mujeres sobre el uso de la también llamada copa cervical. “Para mí es maravillosa, ojalá la hubiera descubierto antes”, le dijo una de las entrevistadas, quien descubrió la copa los 43 años.

Por otro lado, una joven de 23 años de edad declaró a la cadena de noticias que utiliza siempre la copa menstrual para dormir, ir a la piscina o la playa. “Pero cuando hago ejercicio me da la impresión de que se me mueve y me puedo manchar (…) a veces me molestaba”, admite.”

La opinión de los médicos fue consultada por a sabervivirtv.com a quienes el Dr. Santiago Palacios, ginecólogo y director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer de Madrid, reconoció que la mayoría de sus colegas aún no recomiendan el uso de la copa menstrual, probablemente porque antes se fabricaban con látex, que causaba alergia o incomodidad a algunas mujeres.

Sin embargo, un reciente estudio publicado en The Lancet Public Health asegura que el uso de la copa no implica mayor riesgo de infecciones que otros productos de higiene íntima, que es un método seguro y eficaz, y que el 70% de las mujeres que las han probado lo elige ya como primera opción.

“Ahora se hacen de silicona médica, que es un material biosaludable, evita irritaciones y alergias y no tiene ningún riesgo para la salud (…) hay mujeres a las que de entrada les parece complicada su colocación y extracción, aunque no lo es. De hecho, su uso ayuda a que conozcan mejor su vagina”, aseguró el ginecólogo a sabervivirtv.com


Cinco mitos sobre el uso de la copa menstrual

Las principales desventajas sobre su uso enumeradas por BBC Mundo apuntan a que toma tiempo acostumbrarse a ponerla y a sacarla, a que hay más contacto con la sangre, extraerla puede resultar engorroso al principio y lo difícil que puede resultar  lavarla en baños públicos.

En todo caso, hay que reconocer que la popularidad de la copa menstrual ha permitido hablar más y sin tabúes de nuestra salud íntima. Esa licencia se la han dado incluso fabricantes de la copa menstrual como Glup Cup, que en su página web desmitifica los contras de este productos.

  1. Duele mucho al ponérsela. Si esto ocurre, puede deberse a que no estás bien lubricada, si la introduces antes de que te baje la regla, tu vagina no tendrá suficiente flujo y la copa no resbalará en tu interior; no la estás introduciendo correctamente, lo más importante es aprender a doblarla para que no te cause molestias; no has escogido bien la talla.
  2. Te vas a llenar las manos de sangre. Esto no debe pasar, a no ser que no controles tus horarios y cuando quieras darte cuenta la copa esté desbordada. Al presionar la base de la copa para extraerla, la sangre tenderá a subir y a salirse.
  3. Causa infecciones vaginales. Esto no debería pasar, al menos que sea alérgica a los materiales de fabricación, tu higiene vaginal no sea adecuada o la limpieza de tu copa sea ineficiente. En todo caso, elige siempre las que sean 100% de silicona médica hipoalergénica. Por otro lado, las opiniones no favorecen a las  hechas a base de plásticos o látex.
  4. No puedes dormir ni hacer deporte. Todo lo contrario, la copa menstrual se amolda a tus paredes vaginales, así que no mancharás aunque estés tumbada. Además, está diseñada para que haga vacío dentro de tu vagina y permanezca inmóvil hagas lo que hagas.
  5. Se te va a quedar atascada. Esto no es cierto. Tampoco se va a perder, ni se mueve dentro de ti. Con la práctica entenderás que los movimientos pélvicos ayudan a ponértela y estos los haces incluso mientras camina, duermes, te ejercitas, porque tu suelo pélvico se contrae y hace que la copa suba hasta dar con tu cérvix.

La decisión de usar la copa menstrual es enteramente tuya. No obstante, recuerda consultar previamente a tu ginecólogo de confianza.

Por: Daniela Chirinos Arrieta