Hay profesiones que de manera tradicional se han asociado al género. Foto Freepik

“Los estereotipos son problemas que le pisan los talones al mundo moderno”

Hay profesiones que de manera tradicional se han asociado al género

Estereotipos en empresas

La sociedad necesita cambios fuertes para ver resultados tangibles en el progreso

Philadelphia, PA. – Los estereotipos de género están presentes pese a los grandes avances que han tenido las sociedades. En unos países más que otros, en unas organizaciones más que en otras, pero el peso de los estereotipos que conllevan a los prejuicios, es un problema que le pisa los talones al mundo moderno.

Según Concilia2, una consultora que contribuye al desarrollo de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y a alcanzar una conciliación real de la vida laboral, personal y familiar en el ámbito empresarial, «los estereotipos de género se pueden definir como aquellas características o cualidades que, por razón de género, se dan por supuestas y asumidas en la persona».

Exponen que Victoria Sau en su libro «Ser mujer: el fin de una imagen tradicional», da algunos elementos que se asumen como características masculinas y como femeninas. «Lo masculino representa estabilidad emocional, autocontrol, dinamismo, valentía, aptitud para las ciencias o racionalidad; lo femenino se asocia con inestabilidad emocional, falta de control, pasividad, ternura, dependencia o miedo».

En el caso de la población hispana en Estados Unidos hay grandes rasgos como desigualdades salariales y subrepresentación que influyen en los estereotipos. Un estudio del laboratorio de ideas Coqual, organización que defiende la equidad, investiga la cultura y crea comunidades que empoderan a las empresas para crear puestos de trabajos diversos e inclusivos, encontró que a la población hispana sigue enfrentando una lucha de años en el ámbito laboral, al tiempo que destacó que experimenta una «presión indebida para ocultar su verdadero yo y su herencia en busca del éxito».

Mujeres empresarias
En Estados Unidos y en muchas culturas, los estereotipos de género sostienen que los hombres deben ser dominantes y asertivos, mientras que las mujeres deben ser amables y cariñosas.

Pero, cuando las mujeres infringen esos estereotipos, suelen ser castigadas. En una investigación del New York Times se determinó que «el problema surge si la gente las percibe como enérgicas, controladoras, autoritarias y francas. Son cualidades que se suelen dejar pasar en los hombres, pero que exponen a las mujeres al riesgo de caer mal y ser rechazadas para puestos de liderazgo. (No es sorprendente que la reacción negativa sea aún más fuerte cuando la mujer es afroamericana). En lugar de ser juzgadas solo por su desempeño, se les castiga por su personalidad. Prepotentes. Demasiado bruscas. Agresivas».

¿Cómo cambiar el panorama?
En sitios de trabajo los cambios estructurales generalmente ayudan. «Las evaluaciones de desempeño deben concentrarse en la sustancia, no en el estilo. A la hora de decidir los ascensos, los jefes deben tener en cuenta a todos los que reúnan las cualificaciones objetivas, a menos que opten por no postularse al cargo. Cuando nadie tiene que pedir un ascenso, las mujeres no tienen que arriesgarse a parecer demasiado exigentes.

Esos cambios bastan para ayudar a reducir la brecha de género en el liderazgo. Pero eso no borra la injusta realidad de que cada día, cuando las mujeres alzan la voz y promueven sus ideas, se enfrentan a un gravamen por violar los estereotipos», señaló Adam Grant, psicólogo organizacional de la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania y autor de Piénsalo otra vez.

Por: Sara Pacheco
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