El tiempo libre debería ser más que sábados y domingos. Foto August de Richelieu / Pexels

Se debe dibujar una línea que permita el tiempo libre de calidad

“La línea entre el trabajo y la familia se borró”

Balance de trabajo y familia

Encontrar el equilibrio es una de las piezas clave para disfrutar de calidad de vida

Philadelphia, PA. – Un equilibrio entre trabajo y vida personal es necesario para hombres y mujeres, es calidad de vida y es salud mental. Se trata de una gestión satisfactoria entre horas de trabajo y horas para disfrutar la vida íntima, en el hogar o simplemente la privacidad. Decirlo es muy sencillo, pero ejecutarlo puede ser un verdadero reto, especialmente para las personas que están emprendiendo, iniciando una empresa o adaptándose a un trabajo o nuevo puesto. No obstante, es indispensable. Las personas que se centran al máximo en su profesión tienden dejar de lado el deporte, la familia y las amistades, y esto influye en su calidad de vida.

¿Vivir para trabajar?
Durante la pandemia, con la masificación del home office los estadounidenses que trabajaban en casa registraban tres horas más en el trabajo cada día, señaló una investigación de Bloomberg. «En 2017, según una encuesta de la Oficina del Censo, solo el 3% de los trabajadores a tiempo completo en EE. UU. dijeron que trabajaban “principalmente” desde una oficina en casa. Luego, millones se refugiaron en sus hogares durante lo que originalmente se pensó que sería una pausa temporal», agregó la nota.

La línea entre el trabajo y el hogar se borró, y el trabajo se impuso. Eso nos dejó a personas exhaustas.

Acabó la pandemia, muchos volvieron a las oficinas, muchos quedaron en casa, pero las horas extra no se fueron, al menos en el continente americano. Se ha demostrado que en Europa las jornadas laborales son más cortas, las han reducido 30% en el último siglo, de acuerdo a un estudio de Federal Reserve Bank of St. Louis. Los estadounidenses pasan entre un 7% y un 19% más de tiempo en el trabajo que los europeos.

Mucho cortisol
El equilibrio es diáfano, sin embargo, hay un aspecto más alarmante: la salud. Trabajar muchas horas extras es terrible para la salud. Se asocia con aumento de peso, mayor consumo de alcohol y tabaco, mayores tasas de lesiones, enfermedades, aumento significativo del cortisol y muerte. «Un estudio que analizó las largas jornadas de trabajo en 194 países reveló un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y derrames cerebrales, lo que provocó casi 745.000 muertes atribuibles. Las largas jornadas de trabajo son “el mayor factor de riesgo laboral calculado hasta la fecha”, escribieron los autores», señaló el New York Times.

«La coincidencia entre el ejecutivo sobrecargado de trabajo y el trabajador por horas subempleado», afirmó Susan Lambert, profesora de Trabajo Social de la Universidad de Chicago, es «que no pueden dedicarse del todo a su vida personal o familiar». Y una reducción de las jornadas no quiere decir que se reduce la calidad de vida o la productividad. Todo lo contrario.

En 1914 Herry Ford redujo las jornadas laborales a ocho horas sin reducir el salario, esto se tradujo en productividad. Bélgica fue uno de los primeros países en implementar la semana laboral de 4 días sin pérdida de salario. «El objetivo es dar más libertad a las personas y a las empresas para organizar su tiempo de trabajo», afirmó el primer ministro belga, Alexander de Croo.

Por: Sara Pacheco
Foto: Foto Freepik