Romper barreras de género
Las mujeres están involucradas en el mundo empresarial, pero aún hay obstáculos
Philadelphia, PA. – Solo en 67 países hay leyes contra la discriminación de género en las prácticas de contratación. En 18 países, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen. Estas son solo dos cifras alarmantes que compartió ONU Mujeres.
Las mujeres luchan contra múltiples barreras y discriminación por motivos de género en el trabajo. «La discriminación aparece de forma temprana: desde el tipo de educación que reciben las niñas hasta la clase de trabajo al que son relegadas. Tanto en la esfera privada como pública, las mujeres se enfrentan a la segregación profesional, los estereotipos y las costumbres, las barreras para ejercer sus derechos sobre la propiedad, falta de acceso a los créditos, los recursos, y la tecnología, a la violencia de género y a muchos otros obstáculos que dificultan la igualdad con los hombres en el mundo laboral», señaló UN Mujeres.
Por su parte, el Reporte Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial, estimó que la brecha se cerró un 68%, esto quiere decir más espacios para mujeres, pero aun llevará unos 132 años alcanzar la equidad total.
Pero el reporte también mostró que las 10 economías más importantes del mundo han cerraron al menos 80% de sus brechas de género. Islandia lidera el ranking global con 90.8%, es el único país con una cifra tan alta. Finlandia está en segundo lugar con 86%, Noruega en tercero con 84.5%, y Suecia en cuarto lugar con 82.2%.
El techo de cristal
Las barreras invisibles, difíciles de traspasar, que representan los límites a los que se enfrentan las mujeres en su carrera profesional, no por fallas en su preparación y capacidades, sino por la misma estructura institucional, es lo que se conoce como techo de cristal. Es una metáfora que habla de las barreras en la equidad de género.
Según la página web del gobierno de México «designa un tope para la realización de la mujer en la vida pública, generado por los estereotipos y las construcciones culturales de las sociedades a través del tiempo. Este límite detiene la ascensión piramidal de las mujeres hacia puestos de alta jerarquía e impide su realización personal en la esfera del reconocimiento público». Este es un fenómeno que ha tomado relevancia en grandes organizaciones, que aun falta por llevar a otras, pero que al menos ya se conoce y es parte de la conversación paradójica de los privilegios.
Mónica Flores, CEO de ManPower habló del tema con la revista Forbes. «No solo estamos en desventaja por los puestos de liderazgo, sino que los trabajos para los que estudiamos van a desaparecer por los robots. Tenemos muchas más barreras que vencer, y no por los hombres, sino por nosotras mismas».
Para ella hay cuatro barreras a vencer para alcanzar el éxito: «somos nuestras peores críticas, estamos en un mundo masculino, queremos ser super mujeres y estereotipos». Un entorno laboral inclusivo es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y el éxito empresarial. Promover la igualdad asegura una sociedad sana.
Por: Sara Pacheco
Foto: Fox/ Pexels