Jennie M. Mojica y su pasión es favorecer a quienes más lo necesitan

Un corazón dominicano

Jennie M. Mojica y su pasión es favorecer a quienes más lo necesitan

Philadelphia, PA. – Jennie M. Mojica confiesa que su pasión por ayudar a los demás es una manera de retribuir el apoyo que recibió cuando era una niña, hija de inmigrantes dominicanos que llegaron hace 45 años a la localidad de Lawrence, en Massachusetts, en busca de oportunidades y una mejor calidad de vida para su familia.

Actualmente como Directora de Marketing de Open Arms Home Care, una empresa de servicios profesionales de atención domiciliaria en Filadelfia, Jennie combina su trabajo en esta organización con su labor de altruista en comunidades necesitadas de República Dominicana, el país de sus padres, desde donde ella llegó en el vientre de su madre. “Mis padres son de República Dominicana pero yo nací Estados Unidos, en Lawrence cerca de Boston, pero siempre me he sentido dominicana”, comenta Jennie, quien confiesa que República Dominicana es un país que le encanta y que le hubiese gustado nacer allá, pero nació en Estados Unidos donde sus padres vinieron a cumplir sus sueños.

“Voy a cumplir 45 años pero de corazón tengo 20 y me encanta vivir en Filadelfia, a donde me mudé en 2003. Viajo con frecuencia a República Dominicana a visitar la Escuela Hogar y también a mi familia”, refiere antes de comenzar con la entrevista para esta edición de Latinas Lifestyle.

Usted tiene sus raíces en República Dominicana. ¿Cómo fue ese camino que sus padres hicieron para que usted naciera en Estados Unidos?
Mis padres llegaron al país ilegalmente. Mi mamá viajó a Venezuela, de allí a Puerto Rico y posteriormente se fue a Boston. Desde allí llamó a mi papá y le dijo “ven que aquí hay trabajo y podemos instalarnos hasta conseguir la residencia”. Pero cuando ellos llegaron no sabían que mi mamá estaba embarazada de mí, entonces todo cambió porque ella había dejado otros siete hijos en República Dominicana. Mi mamá dice que el hecho de que yo estuviese en su vientre al llegar aquí fue lo mejor que le había pasado, porque su vida ha cambiado después de que yo nací.

¿Cómo fue el desarrollo de su carrera profesional hasta llegar a ser Directora de Marketing de Open Arms Home Care?
En un principio estuve en Miami y me fue muy bien, me encantó vivir en esa ciudad, pero la empresa en la que trabajaba necesitaba personal que trabajara en Filadelfia y Nueva York; entonces me enviaron a Filadelfia y trabajé durante tres años en el aeropuerto. Fue en esa época que decidí ingresar en la universidad para estudiar mercadeo y contabilidad y tras recibir el grado ingresé a la industria del mercadeo.

¿Y cómo te sientes ahora como una importante ejecutiva de Marketing de Open Arms Home Care?
Me encanta. He estado en la industria de Home Care por más de 20 años y me encanta trabajar con la comunidad, ayudar a quienes lo necesitan, ya sea que una persona requiera un aire acondicionado o aplicar para servicios de cuidados en el hogar. Hacer todo lo que pueda para ayudar es algo que me gusta mucho, esa es mi pasión.

Me encanta hacer actos nobles, especialmente en las épocas de Navidad y Acción de Gracias; siempre nos llaman para avisarnos que necesitan comida y siempre estamos disponibles para cubrir ese requerimiento.

Jennie M. Mojica y su pasión es favorecer a quienes más lo necesitan

Jennie M. Mojica y su pasión es favorecer a quienes más lo necesitan

¿Esa pasión por el servicio comunitario fue la motivación que la impulsó a iniciar labores humanitarias en Filadelfia y en República Dominicana?
Cuando fui por primera vez a Santo Domingo visité una casa de hogar donde había muchos niños y pregunté por qué tantos pequeños estaban en esa casa de hogar. Me respondieron que esos niños no contaban con dinero ni recursos para los materiales de la escuela, ni para uniformes. Por esa razón una pastora de una iglesia tuvo la iniciativa de buscar una casa de hogar para conseguir alimentos y equipar a los niños para la escuela.

En aquel momento le pregunté (a la pastora) qué podía hacer para ayudar y me respondió que podía enviar donaciones, dinero o materiales, y eso es lo que he hecho desde 2018 hasta ahora.

Después de ese viaje he regresado a República Dominicana una vez al año y he visto a tantos niños tan contentos. Les llevamos comida, partimos y compartimos bizcochos. Se ven muy felices. Desde 2018 nos encargamos de enviarles donaciones.

¿Qué satisfacciones ha tenido por ese trabajo humanitario que desarrolla?
Una de las razones por las que realizo esta labor es porque cuando yo era pequeña no tenía ropa para ir a la escuela y desafortunadamente era objeto de bullying.
Eso me hizo pensar en esos niños, porque cuando ellos no tienen nada otros los critican y no los tratan bien. Entonces, esa es mi forma de devolver lo que otros hicieron por mí en esa misma situación. Por eso es que lo hago, porque quiero que los niños estén contentos y no estén preocupados por ropa y zapatos o útiles escolares para estudiar.

¿Hacia dónde se dirige su carrera tras haber logrado ser una ejecutiva exitosa?
Quiero seguir echando para adelante. Cuando miro hacia atrás digo ¡wow! yo he llegado lejos, a pesar de ser la más pequeña de ocho hermanos. Incluso mi hija me dice: “mami yo quiero ser igual que tú, quiero llegar lejos, quiero ser una ejecutiva y quiero ayudar a los demás”.  Mi hija me inspira a ser una mejor persona, una mejor madre, una mejor amiga.

¿Cómo es la relación con tu hija?
Es maravillosa. Ella es una adolescente y sabemos que ellos tienen una particular manera de ser, pero ella dice que yo la motivo. Es una relación muy linda, como la que yo tengo hoy en día con mi mamá que también me ha inspirado mucho para avanzar, porque yo veía como ella tenía que hacer dos trabajos, igual que mi papá, para poder mantener el hogar y la familia.

Tener que trabajar tanto le quitó tiempo a mi madre para estar conmigo que prácticamente me crié sola. Entonces decidí que eso no iba a pasar con mi hija, que yo siempre estaría presente para ella, para enseñarle todo lo que debe hacer para poder echar para adelante.

Como un mensaje final para quienes buscan cumplir con éxito los propósitos planteados, Jennie Mojica exhorta a las personas a que se fijen una meta y trabajen duro para alcanzarla, sin dejar que nada los detenga, y una vez conseguida esa meta, trazarse otra y trabajar para cumplirla. Un consejo de oro de esta “dominicana de corazón” es que siempre hay que ser agradecido con los familiares o amigos que nos brindan apoyo y nunca olvidar dónde comenzamos y de dónde venimos.

Y lo más importante es no rendirse.

Por: Sara Pacheco
Foto: Elijah Sánchez/El Sol Latino Newspaper