La edad y las barreras no son limitantes para Carolina Rivas

Una joven con visión

La edad y las barreras no son limitantes para Carolina Rivas

Philadelphia, PA. – Carolina Rivas es el vivo ejemplo de que la edad y las barreras no son limitantes cuando las ganas de superarse se anteponen. Es una mujer inmigrante de República Dominicana que llegó a Filadelfia siendo una niña y con mucha ilusión.

Como solo 26 años y un camino marcado por el trabajo y el aprendizaje previo, Rivas es dueña de RDS Home Care, un proveedor de agencias de atención domiciliaria no médica de calidad con licencia a través del Departamento de Salud de Pensilvania, que ofrece servicios excepcionales y asequibles. Rivas, a través de su agencia RDS Home Care, se ha enfocado en mejorar la calidad de vida de cientos de personas, proporcionando un servicio basado en el respeto y la amabilidad, mientras se centra en las necesidades físicas y emocionales para que puedan vivir plenamente y con máxima comodidad.

En la búsqueda de distinguirse de una amplia competencia y sobresalir, Rivas puso en práctica su experiencia en este campo y ofrece una variedad de servicios que se adaptan a las necesidades de las personas. Estos abarcan: compañerismo, gestión del hogar, cuidado de la incontinencia, de relevo y personal, asistencia de transferencia y comunicación.

La edad y las barreras no son limitantes para Carolina Rivas

La edad y las barreras no son limitantes para Carolina Rivas

Pese a su juventud, Rivas está envuelta en una historia que, además de atrapar, inspira a jóvenes, a adultos y a todos aquellos inmigrantes que llegan a Estados Unidos en busca de materializar sus sueños. Ha demostrado que no existen obstáculos ni barreras cuando se quieren alcanzar objetivos. El equipo de Latinas LifeStyle, producto del grupo editorial Hispanic Media, tuvo el honor de entrevistar a Rivas para conocer un poco más de cerca sobre su vida personal y sobre todo el trabajo que realiza y ofrece a través de RDS Home Care.

¿Dónde naciste, en Filadelfia o emigraste a temprana edad a la ciudad?
Nací en República Dominicana y migré a Filadelfia a los 10 años. Vine desde muy pequeña a vivir con mi papá y fue un cambio, algo totalmente diferente.

¿A qué te has dedicado?
Tengo una historia muy bonita. Nunca pensé estar donde estoy hoy. Soy la fundadora de RDS Home Care, y me encargo de proveer servicios a personas que lo necesitan.

Las personas cuando escuchan home care creen que necesitan ser mayores para recibir servicio y no es así. Hay jóvenes con discapacidad o a algunos que la vida les ha cambiado producto de la violencia armada, y ahí venimos nosotros a presentar servicio y a ayudarlos a ellos también.

Ante de RDS Home Care, ¿a qué te dedicabas?
Antes me dedicaba a lo mismo, pero empecé como una empleada. Fui a la universidad y estudié un poco de Medicina hasta que una chica se desmayó cuando le estaba sacando sangre y me asusté, pensé que eso no era para mí. Fui a buscar empleo en una compañía de home care y en ese momento comenzó mi trayectoria y toda esta aventura, a los 18 años.

Eres una mujer joven y dueña de RDS Home Care, de dónde nació esta idea, ¿cómo ha sido esta experiencia?
Fui empleada de otras compañías, me dedicaba a que crecieran y lo hacía con tanto amor y dedicación, sin esperar nada a cambio. Fui aprendiendo cada día más en cada una de estas empresas, cosa que lo veía como un escalón más porque me nutría de conocimientos diferentes.

RDS Home Care, un proveedor de atención domiciliaria no médica de calidad. “La compañía es como mi bebé, yo necesito dedicarle al máximo”

Llegó la pandemia por COVID-19, estaba embarazada de cinco meses, y yo necesitaba hacer mis taxs. Mi pareja de ese momento me dijo que conocía a alguien que lo hacía y le dije que me llevara. Fui a donde esa persona, me siento y le entrego mi W2 y me dijo que trabajé en agencias de home care y se ríe. Yo le pregunté por qué se reía y me dijo que, porque ese espacio era una prestadora de servicios médicos también, pero yo me pregunté que dónde estaban sus empleados.

Él me dijo que necesitaba gente, pero yo tenía miedo porque estaba embarazada y por todo lo que estaba generando la pandemia, y consideraba que no era el momento, pero algo dentro de mí me dijo que lo intentara, que no tenía nada que perder. Terminé asociándome con él. Le dije que si quería me diera el 50% y estábamos a mano. Él aceptó, confió en mí, y luego le cambiamos el nombre, la localidad, el logo, los colores, y ya lo demás es historia.

¿Todos esos cambios fueron idea tuya?
Sí, yo sentía que se necesitaba algo más moderno porque el marketing de home care es muy fuerte, hay mucha competencia, y yo necesitaba que hiciéramos la diferencia, algo que rompiera estereotipos, que ayudara a la comunidad, y sobre todo a personas que no hablaran ni entendieran inglés. Yo quise que fuera algo diferente a lo que trabajaba anteriormente, donde no me daban la oportunidad de tomar en cuentas las ideas que pude materializar con mi compañía.

¿Qué servicios ofrece tu compañía RDS Home Care?
Ofrecemos el servicio de cuidado de persona y también del empleo. Nosotros nos enfocamos mucho en las personas que no tienen un proveedor de atención porque yo creo que han sido olvidadas por otras agencias, ya que el proceso para atenderlos es más tedioso y dura más tiempo.

¿Cómo hiciste para posicionar tan rápido a RDS Home Care?
Yo creo que lo más importante es ensuciarnos las manos. Yo me voy con mis empleados, salgo a los eventos, estoy ahí, dando ideas, estoy con la comunidad. Yo creo que es el esfuerzo de querer más y no sentarme a esperar los resultados porque soy la dueña, no, yo salgo a buscarlos.

¿Tienes nuevos proyectos en mente?
Me encantaría tener una tienda de ropa, pero creo que el tiempo no me da. Siento en que llegará el momento en que yo pueda enfocarme en otros proyectos, pero creo que la compañía es como mi bebé, yo necesito dedicarle al máximo, hasta el último día, hasta que crea que ya no me necesite, entonces ese día tendré algo nuevo.

¿Qué mensaje le das a todas esas mujeres jóvenes que luchan por sus sueños?
Que no se rindan. El futuro pudiera parecer incierto, pero hay muchas puertas que se pueden abrir. Yo quedé embarazada muy joven, a los 18 años, y muchas personas me decían que mi mundo se acabó, pero no fue así. Eso fue lo que me impulsó a seguir adelante y a romper barreras. Hoy tengo 26 años y soy dueña de una agencia de home care, yo creo que eso es un logro muy grande.

Ser inmigrante y llegar a Filadelfia sin saber el idioma, creo que he superado muchas barreras. Si yo soy el vivo ejemplo de que sí se puede, yo creo que las excusas que tenemos a diario no deberían ser impedimento para poder llegar a donde queremos.

El cielo es el límite, no se limiten, emprendan si quieren ser estilistas, pintar uñas, pegar pestañas, pero simplemente sueñen y háganlo realidad.

Por: Beatriz Oliva
Foto: Elijah Sánchez | Hispanic Media