Este superalimento aumenta las hormonas sexuales

Su popularidad se debe a la horchata valenciana

Cada vez es más frecuente escuchar a especialistas en nutrición hablar de los llamados “superalimentos” en referencia a aquellos que brindan múltiples beneficios al organismo. En este grupo entra la chufa, un tubérculo al que se le atribuye la propiedad de aumentar las hormonas sexuales.

Pertenecen a la especie Cyperus esculentus, comúnmente se le conoce como juncia avellanada, nuez de tigre, nuez atigrada, coyolito, alcatufa, belasia, castañuela, chufla, chufleta, cochufas, cotufa, juncia comestible, juncio dulce y corocillo.

La chufa destaca por su cualidad en estimular la producción de hormonas esteroideas sintetizadas por la glándula suprarrenal, relacionadas a su vez con las hormonas del estrés y la libido. Esto se deben a la niacina que contiene, que es una vitamina (B3) encargada además de eliminar las sustancias químicas tóxicas del organismo

¿Cómo se comen? Las chufas se pueden ingerir frescas, recién sacadas de la tierra, tostadas, hervidas, o en jugo. Desde lo gastronómico, recibe el mismo tratamiento que los frutos secos, pero está emparentada con la papa, aunque con unas propiedades nutricionales únicas.

Su popularidad se debe a la horchata valenciana, una bebida refrescante consumida también como postre, originaria de Alboraya (España) y se prepara con agua, azúcar y chufas mojadas o molidas, canela y la piel o cáscara de un limón.

Propiedades y vitaminas

Pero sus beneficios van más allá. Este tubérculo crudo es capaz de ofrecer entre 400 y 500 calorías por cada 100 gr. Es rico en grasas saludables, sin colesterol. Gracias a su alto contenido de almidón y aminoácidos, posee propiedades digestivas, facilitando la asimilación de los carbohidratos.

Posee una alta cantidad de vitamina B9, y en menor proporción Vitamina E. Es una fuente generosa de minerales como potasio, fósforo, calcio y magnesio. Por supuesto, estos nutrientes se modifican dependiendo de la forma de preparar e ingerir la chufa.

En la piel de la chufa se encuentran altas cantidades de suberina, que actúa como prebiótico favoreciendo el crecimiento de la flora intestinal.  Su fibra ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre, ralentizando la absorción de azúcar en el intestino. Contiene un aminoácido llamado arginina que aumenta la producción y sensibilidad a la insulina.

De acuerdo a un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina, afirma que el aceite de chufa contiene altas dosis de antioxidantes. Este nutriente es de gran importancia para el sistema inmunitario, en especial en los procesos de prevención de enfermedades cardiovasculares, envejecimiento y algunos tipos de cáncer.

Por: Daniela Chirinos Arrieta