“Ashley Fernández y Brenda Nelson luchan contra el cáncer de mama metastásico”. Foto Angiola Harry / Unsplash

Una conversación real

Latinas con cáncer de mama que se aferran a la vida y la conservan

Atlanta, GA. –  No pocas veces se escuchan o leen historias sobre lo difícil que puede ser enfrentar el cáncer de mama, desde el diagnóstico hasta el tratamiento, pasando por vivir con esa enfermedad cuando ha hecho metástasis y cómo es la vida después de culminar el tratamiento. En esta oportunidad tomaremos dos historias mostradas en el podcast Real Pink, de Susan G. Komen, que reunió a dos latinas que hablaron sobre el cáncer de mama, que es la forma más común de cáncer entre las latinas.

El presentador Adam Walker estuvo a cargo de la entrevista a Ashley Fernández y Brenda Nelson quienes luchan contra el cáncer de mama metastásico que es la etapa más avanzada de la enfermedad. Los cánceres de seno en etapa IV se han propagado fuera de la mama y los ganglios linfáticos adyacentes hasta alcanzar otras partes del cuerpo, con frecuencia pasa a los huesos, hígado y pulmones.

El primer testimonio fue el de Brenda Nelson. “En octubre no me sentía bien y terminé en urgencias. Hicieron algunas pruebas. Descubrieron que algo estaba pasando. No estaban muy seguros de qué era, pero mi hígado estaba cubierto de tumores. Me hicieron otras pruebas y me dijeron que tenía cáncer de mama metastásico en etapa IV”.

De inmediato comenzaron a aplicarle quimioterapia porque su hígado estaba muy enfermo. “Me sentí como en una montaña rusa, con los ojos cerrados y aferrada a la vida, no había tiempo para llorar preguntando por qué yo”.

Su actitud fue la de hacer lo que debía y poner manos a la obra porque ya sabía a lo que se enfrentaba. “Comencé mi tratamiento y, por supuesto, hubo altibajos y ahora el hospital, pero mi última exploración muestra que ya no tengo metástasis de cáncer de hígado ni metástasis en mi cuerpo”.

Celebrar cada hito
Ashley Fernández fue diagnosticada en 2018 e igual que a Brenda, le dijeron que estaba en la etapa IV de la enfermedad. Han pasado cinco años desde entonces por lo que Ashley siente que es un gran hito que celebrar. “Mi historia comenzó con la de mi esposo en el Ejército, así que nos movíamos mucho. Estábamos en Alaska cuando me sentí un pequeño bulto y fui al médico sólo para asegurarme y me hicieron sentir como si fuera hipocondríaca, no encontraron nada, era demasiado joven para tener cáncer. Eso fue en octubre y en marzo, me empezó a doler el cuerpo”.

Finalmente encontró a alguien que la escuchara y pudo obtener un diagnóstico. “Descubrimos que era cáncer de mama, y ​​cuando le conté al oncólogo sobre los dolores en mi cuerpo, me hicieron una gammagrafía ósea y parecía un árbol de Navidad porque me iluminaba desde la cabeza hasta los pies”.

Ashley vive con cáncer de mama metastásico triple positivo, o expansivo. “Me hago exploraciones cada tres meses. Me acabo de graduar hace seis meses después de cinco años y eso me entusiasma mucho”. Como Brenda, Ashley no se preguntó por qué le sucedió a ella, solo se aferra a la vida y hace lo que tiene que hacer. “Quería superarlo porque tenía un hijo de tres años que está por cumplir nueve. Así que estoy muy feliz de seguir aquí y poder celebrar pequeños y grandes hitos, también los intermedios”.

Por: Marianela Rodríguez
Foto: Angiola Harry / Unsplash