La historia de Hedy Lamarr
La mujer que sentó las bases para el WI-FI y Bluetooth
Los Angeles CAL. – En Austria, en 1914 nació una hermosa bebé llamada Hedwig Eva Maria Kiesler. Fue la única hija de un banquero de Lemberg y una pianista de Budapest. Al crecer se casó con un hombre muy rico y muy celoso, era lo que se conocería como «esposa trofeo». Ese hombre le vendía armas a los nazis y fascistas, así que presenció muchas reuniones militares, donde hablaban de tecnología.
Hedy se escapó a París disfrazada de trabajadora de limpieza. En el interín de su nueva vida conoció a Louis B. Mayer, un productor de Hollywood más que reconocido, después Hedy se fue a Los Ángeles e inició una carrera en el cine. Junto a Louis, hizo al menos 18 películas. Pero siempre fue más que una cara bonita y un amor por el arte, ella era inventora.
Hedy desarrolló un nuevo tipo de semáforo, una capsula para hacer agua gasificada e incluso ayudó a un magnate a construir aviones con diseños y funciones más eficientes. Junto a un amigo músico, construyó un sistema de comunicación secreto llamado «técnica de transmisión en el espectro ensanchado», que cambiaba automáticamente la señal de radio de un torpedo, así los enemigos no podrían desviarlo. Este invento sentó las bases para la tecnología WI-FI y Bluethooth.
En Austria, el Día del Inventor se celebra el 9 de noviembre en honor a Hedy Lamarr. Foto National Geographic.
Siempre polémica
La película que la llevó al estrellato en 1932, antes de tan siquiera soñar con Los Ángeles, fue una de las más polémicas del momento, «Éxtasis». Filmada en Checoslovaquia bajo la dirección de Gustav Machaty, fue el primer film en mostrar el rostro de una actriz, completamente desnuda, durante un orgasmo.
Fue tachado de escándalo sexual y se prohibió su proyección en las salas de cine. Le llovieron censuras y condenas, incluida la del Vaticano.
Efecto Matilda
La patente del invento interesó a los militares, pero suscitó diversas opiniones. En 1962, se produjo la crisis de los misiles cubanos. Entonces la tecnología de Lamarr se utilizó para interceptar las comunicaciones y el control de los torpedos. A día de hoy este método se emplea para los sistemas de posicionamiento por satélite, como el GPS, y fue el precursor del wifi. La actriz no recibió un centavo por la patente, cuando cumplió 82 años le fue reconocido y aquí viene un caso muy claro del efecto Matilda.
Se trata de una campaña que busca concientizar a la sociedad sobre la poca visibilidad que tienen las mujeres en el ámbito científico.También pretende recuperar los nombres de las mujeres de la ciencia que fueron silenciados y olvidados, llevándolos a los libros escolares con la idea de despertar ejemplos y la vocación científica de las niñas.
Sin Hedy, fallecida en el 2000, no existirían la mayoría de los métodos de comunicación tecnológicos que hoy conocemos.
Por: Sara Pacheco.