Una latina que rompe estereotipos
Janessa Rivera, una mujer luchadora e independiente con gran espíritu de superación
Philadelphia, PA. – Como una mujer trabajadora, luchadora e independiente, que rompe estereotipos se describe Janessa Rivera. Una líder de raíces latinas, nacida en el sur de Nueva Jersey, de padres puertorriqueños, de clase media trabajadora, que ha tenido claro sus objetivos en la vida: salir adelante por su familia y alcanzar sus metas y sueños.
El sueño de superación de Rivera ha estado marcado en cada paso. Obtuvo su licenciatura en Sociología con especialización en Servicios Sociales de la William Paterson University, una Maestría en Consejería Profesional de la Grand Canyon University y está por culminar un doctorado en desarrollo organizacional. Su incansable trabajo suma 15 años de experiencia en el campo de los servicios sociales y servicios humanos, trabajando específicamente con minorías y poblaciones de ingresos bajos a moderados, a través de varias organizaciones sin fines de lucro, así como dentro del sector gubernamental, ocupando títulos de alta dirección durante los últimos ocho años.
Su cargo más reciente es el de subdirectora en Concilio, la organización latina sin fines de lucro más antigua en Filadelfia, que fue fundada en 1962. En este puesto se encarga de coordinar y supervisar todas las funciones del programa administrativo de los departamentos de Servicios Sociales Familiares y Servicios Comunitarios.
Rivera trabaja en estrecha colaboración con el director ejecutivo, Adonis Banegas, para lograr los objetivos de recaudación de fondos para la agencia en las áreas de fundación, gobierno, apoyo individual y corporativo.
¿Cómo influye Concilio en la mujer latina, en la comunidad latina en general?
Pienso que lo que nosotros hacemos para influenciar, para ser una influencia en la comunidad, es tener muchas mujeres latinas que están trabajando en Concilio en diferentes puestos, como yo que soy una de las directoras, pero tenemos a gente que trabaja en la oficina, tenemos una persona que trabaja en fisco, así como en programas extracurriculares.
¿Qué mensaje le puedes dar a las mujeres que quieren salir adelante?
Yo soy una mamá soltera, divorciada, con dos niños, y ahora mismo tengo una clase más para ser una doctora, y el mensaje que yo quiero dar a todas las mujeres y latinas, es que tú puedes hacer lo que quieras a tu tiempo.
Yo fui a terminar el estudio de mi máster y tardé 11 años haciendo eso, pero después hice el estudio para mi doctorado y en dos años ya lo voy a terminar, así que el mensaje que yo quiero dejar para todas las mujeres latinas es que no importa lo que está pasando hoy, lo más importante es lo que tú quieras para mañana y que puedas hacer lo que necesites hacer a tu tiempo y siempre ponerte a ti primero y a tus sueños.
¿Cuáles son algunos de los desafíos que has superado a lo largo de su vida, especialmente en Concilio?
Yo diría que me he encontrado con más desafíos personales que profesionales. Fui víctima de violencia doméstica y relaciones poco saludables, y a raíz de eso me convertí en activista y defensora, y brindo mucha conciencia a niños, adultos y profesionales. Así es como me embarqué en mi profesionalismo y por qué me gusta estar en el liderazgo y trabajar con la comunidad en el papel en el que estoy.
Este ha sido uno de mis obstáculos personales, pero profesionalmente al llegar a Concilio, mi mayor obstáculo ha sido comprender a la comunidad, soy de Nueva Jersey, y aunque he trabajado en muchas ciudades, no son iguales a Filadelfia, es muy diferente, tenía que conocer a las personas y entender lo que necesitaban los latinos.
¿Cuál ha sido un momento específico en Concilio que marcó tu vida como latina?
Mi mayor marca profesional es poder ser mentora profesional y entrenar a otros profesionales de color, específicamente a jóvenes latinos. Creo que es muy importante brindar tutoría a nuestras personas y profesionales en crecimiento. A través de Concilio, he servido en la junta directiva de una organización externa llamada Alpha y fui directora de coaching y mentoría.
En este espacio era mi responsabilidad vincular a los estudiantes que pronto se graduarían con un mentor profesional. Esto fue muy importante para mí porque cuando era más joven no tuve una orientación latina hasta que entré en la fuerza laboral.
¿Cuéntanos cómo fue crecer para Janessa, desde temprana edad hasta la adolescencia?
Crecí en Nueva Jersey. Me encanta representar a mi ciudad, y mis padres son puertorriqueños, así que crecimos en los suburbios, pero eran, diría, clase media trabajadora baja. Laboraban en los casinos y fue una lucha para nosotros seguir viviendo así, pero las tradiciones de comida, música y familia siempre estuvieron.
Siempre celebramos las fiestas, la Navidad es mi fecha favorita no por los regalos, sino por las parrandas y los pasteles. Mi mamá y mi papa tienen una gran familia, era realmente grande, así es como crecí a pesar de que en mi ciudad natal no había muchos latinos.
Siempre fui muy estudiosa, en las clases de honor, dotada y talentosa, colocación avanzada, pero siempre fui una de las únicas latinas en esas clases. Recuerdo que en quinto grado estábamos aprendiendo algo sobre la Primera Guerra Mundial y dije ¿qué les estaba pasando a los hispanos durante ese tiempo?, y mi maestro me dijo que todavía no estaban aquí. Lo cual no es cierto, pero estaba en un entorno en el que no podían hablarme de mi propia cultura.
Esto fue un poco decepcionante mientras crecía, porque había muchas cosas que no sabía, solo lo que mi familia podía decirme, pero no fueron a la universidad, había cosas limitadas que podían decirme, sino hasta que fui a la William Paterson University, donde había muchos inmigrantes, caribeños, muchos latinos.
En la universidad encontré a mi primera mentora latina, Mary Rodríguez, y ella realmente allanó el camino en lo que significaba ser una latina exitosa, rompiendo el molde, porque era como yo, pero de Boston. Yo era muy estudiosa de una gran familia, pero tenía sueños más grandes además de solo casarse y tener hijos, ella también quería hacer eso.
Entonces, ella fue mi primer modelo a seguir latino. Luego pasé a trabajar en muchas organizaciones comunitarias y sin fines de lucro y luego, finalmente, conseguí un papel en Camden, había estado en el centro familiar, y conocí a otra latina que fue mi mentora profesional hasta el día de hoy, Elsa Candelario. Esas dos personas realmente allanaron el camino en mí, en la comprensión de que puede ser tradicional, celebrar tus raíces, pero también ser una mujer modelo, independiente y que rompe estereotipos.
¿Puede decirnos algo sobre el abuso doméstico en nuestra comunidad?
Recorro por mi cuenta las universidades y las escuelas de secundarias y de primaria porque sabes que esto comienza cuando son jóvenes. Soy una gran defensora de las relaciones saludables, así que me encanta discutir esto.
Por: Beatriz Oliva
Foto Raw But Meaningful | El Sol Latino Newspaper.