Ocho sencillos hábitos wellness
para tu cuerpo y mente
Llevar un estilo de vida más sano no requiere de cambios radicales en nuestra rutina. Poco a poco, y a tu ritmo, irás ajustando tus horarios, lo importante es empezar para que alcances tu bienestar mental y físico
A propósito del Día Internacional de la Mujer, celebrado el pasado 8 de marzo, te dejamos ocho tips que tendrán un gran impacto en tu bienestar. ¡Toma nota!
- Presta atención a tu respiración. Hablamos del mindfulness o “atención plena”, que integra la meditación y respiración. ¿Cuáles son sus beneficios? Permite controlar del estrés, ayuda a pensar con claridad y aumenta el optimismo.
- Hidrátate. El agua beneficia a tu piel sino a todo tu cuerpo, en especial a TU CEREBRO. No hacerlo altera la temperatura corporal, genera desmotivación y despierta la sensación de fatiga.
- Levántate de tu escritorio. Haz pausas activas mientras trabajas, estírate, camina un rato, habla con tus compañeros. En fin, muévete un poco cada media hora.
- Toma baños cortos de sol. La mejor fuente de vitamina D es la exposición solar, recibir al menos 10 minutos al día debe ser parte de tu rutina de wellness. No olvides proteger tu piel.
- Duerme. Lo sabes, lo ideal es hacerlo entre 6 y 8 horas diarias. Si padeces de insomnio, evita las siestas diurnas, no vayas a la cama sin sueño, cena ligero, evitar estimulantes, alcohol y tabaco.
- Reír más. La risa libera endorfinas. Por eso, cuando nos reímos sentimos una mayor empatía y bienestar emocional, gracias a sus efectos calmantes.
- Aprender un hobby nuevo. Dedicarnos a un pasatiempo nos obliga a tomarnos un descanso de las tensiones cotidianas y a dedicar tiempo a nosotros mismos. Solo necesitas elegir un hobby.
- Haz Ditox tecnológico. Estar conectados constantemente genera un cierto nivel de estrés, así como estar siempre atentos al móvil genera distracción. ¡El mundo seguirá allí cuando vuelvas!
Poner en práctica todo lo anterior, aportará beneficios a tu salud, estabilizará tu estado de ánimo y optimizará tus capacidades cognitivas. Además, al descansar mejor, se refuerza el sistema inmunológico.
Por: Daniela Chirinos Arrieta