El legado de Marina Granovskaia

El legado de Marina Granovskaia

“Sus logros se cuentan tanto en lo deportivo como fuera de los estadios”

Una gestión ganadora. Así se puede considerar la labor de Marina Granovskaia como directora general del Chelsea, uno de los clubes de fútbol más importantes de Inglaterra, que llegó a su fin recientemente.

Nacida en Rusia en enero de 1975 y con ciudadanía ruso-canadiense, Granovskaia egresó en 1997 de la Universidad Estatal de Moscú con honores. Ese mismo año comenzó a trabajar en Sibneft, la empresa petrolera que en ese entonces pertenecía a Roman Abramovich, dueño del club londinense hasta febrero de este año.

Trabajó junto a Abramovich como su asesora principal los últimos 18 años, defendiendo todos sus intereses y activos. Desde 2010, Granovskaia se desempeñó como la representante del dueño del club y para el consejo directivo. Se unió a la junta del Chelsea y al consejo directivo del club en junio del 2013, convirtiéndose en la principal responsable de la negociación de jugadores.

El legado de Marina Granovskaia

En lo deportivo, bajo su gestión el equipo ganó todo lo que podía ganar en las competiciones domésticas e internacionales, como la Premier League y FA Cup en Inglaterra, o la Champions League y Europa League en el continente, así como el Mundial de Clubes.

Por otra parte, Granovskaia es la principal responsable del éxito financiero del Chelsea en la última década. Consiguió equilibrar el nivel de gastos e ingresos con compras y ventas inteligentes de jugadores que reportaron grandes beneficios económicos al club.

Granovskaia es conocida en el mundo del fútbol como “La dama de hierro”.

Sin embargo, el mayor éxito extradeportivo que se atribuye a Marina Granovskaia es el contrato que el Chelsea firmó con Nike en 2017. Gracias a él, el equipo de Londres recibirá 66 millones de euros anuales hasta 2032, para un total de 990 millones de euros en dicho periodo.

En Stamford Bridge de seguro extrañarán su admirable gestión al frente del equipo blue.

Por: César Heredia.