Señales de que tu hijo es víctima de bullying
Para la víctima esta situación se convierte en una pesadilla
El acoso escolar es una realidad y un peligro. Se refiere a un comportamiento violento e intimidatorio, bien sea de manera verbal, física o psicológica, que ejercen personas valentonadas sobre otras más tímidas o vulnerables, aprovechándose de sus diferencias para burlarse públicamente de forma repetitiva e intencional.
Para la víctima, esta situación se convierte en una pesadilla que afecta su comportamiento y actitud ante la vida. En el caso de los niños suele ser peor. Debido a su corta edad, no saben manejarla, ni defenderse, a cambio se llenan de miedo, inseguridad y frustración.
Es por eso, los adultos deben estar atentos a los cambios de comportamiento de sus hijos. No es solo cuestión de las películas, ni una tendencia de redes sociales. Existen señales que indican cuándo un niño es víctima de bullying.
Recordemos que para los niños no es común hablar de sus problemas, mucho menos si están siendo intimidados por alguien, así sea un compañero de clase. De manera que el silencio en estas situaciones es casi una regla y la atención de los padres es fundamental.
Ante este contexto es necesario incentivar la comunicación constante con nuestros hijos. Solo de esta manera sentirán la confianza suficiente como para manifestar espontáneamente que alguien los está molestando en el colegio.
Las señales más comunes a las que debemos prestar atención, de acuerdo al portal nuevamujer.com son:
- No quiere ir a la escuela o a las actividades extracurriculares. Quien se siente agredido no quiere ir al sitio donde está el agresor, se inventan enfermedades o cualquier tipo de excusas con tal de no enfrentarse de nuevo a esa situación tan desagradable.
- Está cada vez más retraído. Al no saber cómo manejar esa situación de abuso, se siente solo y avergonzado por no poder estar a la altura del grupo, ser el más débil.
- Está irritable con mayor frecuencia. La frustración y el no saber cómo manejar esas emociones lo pueden llevar a protagonizar episodios de irritabilidad, y su temperamento se manifestará.
- Evita hablar sobre cómo le fue durante el día. Prefiere no hablar de cómo fue su jornada escolar, le molesta que le pregunten.
- Manifiesta descontento. Si tu hijo empieza a hablar de algún descontento, presta mucha atención y no subestimes sus palabras.
Sin presionarlo, trata de hacer las preguntas adecuadas y de la mejor manera, en el momento indicado, recuerda que no es un adulto, es una persona que está apenas formando su carácter y es importante la asistencia oportuna de sus padres.
Por: Daniela Chirinos Arrieta